Cualquier parecido con un soneto es mera casualidad.
Rodeada de juncos, la laguna
oculta con esmero su secreto.
De tarde, el sol con paso recoleto
rayos lanza de luz inoportuna.
y desoculta insólito escenario:
de rubios rizos y discreto encanto ,
tornando la laguna en un santuario
la niña juega y modula su canto
Fruto del ensueño y poco real,
la sirena de la laguna oscura,
porta recuerdos de infancia ideal;
imagen dorada en el lodazal,
resplandor que encendía la ternura
y hoy, sólo es un recuerdo virginal.
De mucho placer leerte, amiga.
ResponderEliminarBeso