lunes, 12 de noviembre de 2012

EL PODER SOBRE EL PODER




¿Quién tiene razón?
Cuando era muy niña leí con pasión los dos libros sobre Alicia de Lewis  Carrol. El primero,  cuando ella se pasea por el país de las maravillas,   y el segundo,  cuando atraviesa el espejo. Este último me dejó una enseñanza muy grande que -tal vez- haya sido lo que impulsó a Mario a decir que sé que las palabras tienen un anverso. Y que éste gravita en todas las sociedades humanas. Hablo de ellas porque  pertenezco a ellas.  No se nada del mundo subjetivo de los animales. Lo que conozco de ellas, es aquello que puedo asimilar a mi mundo. Y, sé muy bien que nunca tendré certezas sobre eso.
Lo que aprendí en Alicia a través del Espejo me llevó -muchos años después- a no ser absolutista en lo que pienso. Tampoco relativista. Más bien sé que todo depende como dice Humpty Dumpty.
Alicia y Humpty Dumpty estaban conversando sobre la corbata del segundo.
“-Me la dieron -continuó diciendo Humpty Dumpty con mucha prosopopeya, cruzando una pierna sobre la otra y luego ambas manos por encima de una rodilla- me la dieron... como regalo de incumpleaños.
-¿Perdón? -le preguntó Alicia con un aire muy intrigado.
-No estoy ofendido –le aseguró Humpty Dumpty.
-Quiero decir que, ¿qué es un regalo de incumpleaños?
-Pues un regalo que se hace en un día que no es de cumpleaños, naturalmente.
Alicia se quedó considerando la idea un poco, pero al fin dijo: -Prefiero los regalos de cumpleaños.
-¡No sabes lo que estás diciendo! -gritó Humpty Dumpty-. -A ver: ¿cuántos días tiene el año?
-Trescientos sesenta y cinco -respondió Alicia.
-¿Y cuántos días de cumpleaños tienes tú?
-Uno.
-Bueno, pues si le restas uno a esos trescientos sesenta y cinco días, ¿cuántos te quedan?
-Trescientos sesenta y cuatro, naturalmente.
Humpty Dumpty no parecía estar muy convencido de este cálculo. -Me gustaría ver eso por escrito -dijo.
Alicia no pudo menos de sonreír mientras sacaba su cuaderno de notas y escribía en él la operación aritmética en cuestión:
365 - 1 -=364
Humpty Dumpty tomó el cuaderno y lo consideró con atención. -Sí, me parece que está bien... -empezó a decir.
-Pero, ¡si lo está leyendo al revés! -interrumpió Alicia.
-¡Anda! Pues es verdad, ¿quién lo habría dicho? -admitió Humpty Dumpty con jovial ligereza mientras Alicia le daba la vuelta al cuaderno.
-Ya decía yo que me parecía que tenía un aspecto algo rarillo. Pero en fin, como estaba diciendo, me parece que está bien hecha la resta... aunque, por supuesto no he tenido tiempo de examinarla debidamente... pero, en todo caso, lo que demuestra es que hay
trescientos sesenta y cuatro días para recibir regalos de incumpleaños..."
Aquí comienza la lección sobre qué quieren decir las palabras de distintas culturas, según lo que yo (Martha Alicia) pienso.
"-Desde luego -asintió Alicia.
-¡Y sólo uno para regalos de cumpleaños! Ya ves. ¡Te has cubierto de gloria!
-No sé qué es lo que quiere decir con eso de la «gloria» -observó Alicia.
Humpty Dumpty sonrió despectivamente. -Pues claro que no..., y no lo sabrás hasta que te lo diga yo. Quiere decir que «ahí te he dado con un argumento que te ha dejado bien aplastada».
-Pero «gloria» no significa «un argumento que deja bien aplastado» - objetó Alicia.
-Cuando yo uso una palabra -insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso-quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos.
-La cuestión -insistió Alicia-es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
-La cuestión -zanjó Humpty Dumpty-es saber quién es el que manda..., eso es todo."