lunes, 27 de agosto de 2012

LOCURA







Elegí la noche para salir a buscarte
Recorrí  viejas veredas  suburbanas
Apenas con pálidas luces  alumbradas
Atravesé la sombra de oscuros árboles
Y enfrenté  zaguanes alcahuetes

Te busqué,
Desafiando la amenaza de los muros.
Aturdida por  los latidos de mi  corazón.
Ni una lágrima, ni una queja
Nada  brotaría de mi alma.

Un día,
Después de mucho andar,
Me detuve ante tu puerta
(era la hora en que los niños duermen,
 los adultos se apiñan en seguras madrigueras)
Y yo,  al borde de mí misma,
 golpeé con fuerza la madera
Para ofrecerte la flor obscena de mi locura.

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